La he llamado así porque durante la ruta nos encontramos con numerosas monterías que dificultaron el recorrido previsto, que parece confirmar que cuando es temporada de caza, el campo "de los cazadores", y cuidadito con llevarles la contraria. Aun así la ruta fué una chulada. Bellos parajes, pasión por pilotar y excelente compañía marcó la actividad.
Salimos desde Cáceres 5 motos de enduro, 3 quadas-Atv y la sorpresa del día: un buggy...de los de verdad (menudo pepino). No a mucho de empezar, tuvimos dos bajas, una de las motos, y uno de los quads que sufrió un pequeño accidente a la altura del Tajo, (cuidado con esa zona que es muy traicionera).
En Cañaveral, tras haber recorrido unos cuantos kms. paramos a repostar y tomar un tentempié. Seguimos nuestra travesía evitando a toda costa el alquitrán de las carreteras hasta llegar cerca de Serradilla, donde cambiamos el itirenario debido a las numerosas monterías ya mencionadas. En este punto predominaron pistas amplias con un terreno seco y muy polvoriento, tanto que apenas podías divisar el vehículo de delante.
A esos de las 15: 00 llegamos a la zona de Monfragüe, donde decidimos que era hora de hacer un alto y aprovechar para comer en el "Campin Monfragüe" (por cierto, muy original su nombre).
Tras el almuerzo, partimos hacia Malpartida de Plasencia con el objeto de repostar, una vez llegamos allí nuestra sorpresa fué encontrarnos con la gasolinera "fuera de servicio", así que no nos quedaba más remedio que intentar llegar con lo puesto hasta Almaraz. Antes pasaríamos por el término de Casatejada, ideal para trotar con nuestros vehículos, pero no había gasofa para enrredar.
En Almaraz pudimos de nuevo llenar los tanques y provisionar nuestro estómago, aunque la tarde iba tocando su fín y restaban pocas horas de sol, así que cuando estábamos próximos a Casas de Miravete, la mitad del grupo decidimos que regresar por carretera era la única alternativa para hacer los mínimos Kms de noche, los moteros (incansables ellos)optaron por seguir por la Cañada hasta Trujillo. Nosotros optamos por tomar la vía de servicio paralela a la autovía E-90 y a partir de aquí por la n-521, carretera que nos llevó de regreso a Cáceres cerca de las 20:00 horas.
Preciosa ruta que sin duda habrá que repetir pero cuando llueva algo más. Con tanto polvo es muy peligroso e incómodo conducir por campo. Muchos kilómetros que si queremos recorrer todo de día hay que salir de Cáceres mínimo a las 9 de la mañana.
Salimos desde Cáceres 5 motos de enduro, 3 quadas-Atv y la sorpresa del día: un buggy...de los de verdad (menudo pepino). No a mucho de empezar, tuvimos dos bajas, una de las motos, y uno de los quads que sufrió un pequeño accidente a la altura del Tajo, (cuidado con esa zona que es muy traicionera).
En Cañaveral, tras haber recorrido unos cuantos kms. paramos a repostar y tomar un tentempié. Seguimos nuestra travesía evitando a toda costa el alquitrán de las carreteras hasta llegar cerca de Serradilla, donde cambiamos el itirenario debido a las numerosas monterías ya mencionadas. En este punto predominaron pistas amplias con un terreno seco y muy polvoriento, tanto que apenas podías divisar el vehículo de delante.
A esos de las 15: 00 llegamos a la zona de Monfragüe, donde decidimos que era hora de hacer un alto y aprovechar para comer en el "Campin Monfragüe" (por cierto, muy original su nombre).
Tras el almuerzo, partimos hacia Malpartida de Plasencia con el objeto de repostar, una vez llegamos allí nuestra sorpresa fué encontrarnos con la gasolinera "fuera de servicio", así que no nos quedaba más remedio que intentar llegar con lo puesto hasta Almaraz. Antes pasaríamos por el término de Casatejada, ideal para trotar con nuestros vehículos, pero no había gasofa para enrredar.
En Almaraz pudimos de nuevo llenar los tanques y provisionar nuestro estómago, aunque la tarde iba tocando su fín y restaban pocas horas de sol, así que cuando estábamos próximos a Casas de Miravete, la mitad del grupo decidimos que regresar por carretera era la única alternativa para hacer los mínimos Kms de noche, los moteros (incansables ellos)optaron por seguir por la Cañada hasta Trujillo. Nosotros optamos por tomar la vía de servicio paralela a la autovía E-90 y a partir de aquí por la n-521, carretera que nos llevó de regreso a Cáceres cerca de las 20:00 horas.
Preciosa ruta que sin duda habrá que repetir pero cuando llueva algo más. Con tanto polvo es muy peligroso e incómodo conducir por campo. Muchos kilómetros que si queremos recorrer todo de día hay que salir de Cáceres mínimo a las 9 de la mañana.